
BAYONETA MAUSER 1891
DÃas atrás, no hace mucho, tuve uno de esos regalos inesperados y que como tales al recibirlos pasan a ser caricias en el “almaâ€, pues uno no los espera, lo agarran desprevenido y la grata sorpresa, como es de esperar, se traduce en un hecho reconfortante.